Vaya gol que anotó la revista de espectáculos mexicana que publicó las fotos de la cantante Lucero "la novia de América", la imagen del Teletón, la figura más importante de la empresa Televisa en dónde la actriz exhibe su otra cara. Esa,la de la mujer que es presa de sus pasiones y que mata animales por placer.
Desde ese martes 7 de enero del presente año, después de la publicación de las fotos en donde se observa a ella con su mejor sonrisa, junto a su pareja sentimental (familiar de Carlos Slim). Mientras a su lado, yace un alce recién cazado por la cantante, pues según los expertos, ella lo mató al mostrar su rostro en otra foto untado con sangre del animal.
La carrera de la cantante sin duda tuvo un cambio radical, pues la confianza que había recuperado después de otro incidente que había protagonizado hace años con uno de sus guaruras, quien desenfundó su arma y amenazó dentro de un teatro a varios periodistas que pretendían en aquel entonces, acercarse a la cantante y obtener una exclusiva (ese día cuentan las lenguas viperinas que hasta su exesposo Manuel Mijares, lloró de la decepción, al ver que su esposa aprobaba, de manera orgullosa el proceder de su guarura). Hoy, la confianza del público mexicano hacia Lucero parece tambalearse nuevamente.
En distintos medios de comunicación se ha visto a diveros periodistas interesados en intentar defenderla aduciendo que la práctica de la cacería es legal, otros como Rafael Martínez en el programa de Flor Rubio han dicho que Lucero es buena persona, (¿?) en fin que pasan de lo moral a lo legal y se hacen bolas y eso es algo que quiero precisar.
La molestia social hacia Lucero no es porque haya realizado algo ilegal, la molestia y el debate se encuadra en la tónica de la ética y la moral, pues hasta hoy, nadie ha pretendido que por lo que hizo, Lucero sea llevada a los tribunales y juzgada por la ley coercitiva. De ninguna manera. El cuestionamiento social hacia la cantante Lucero es por la contradicción en su actuar y la dualidad de imagen que maneja al presentarse como una mujer humana, defensora y preocupada por los discapacitados, una mujer llena de valores que año con año le canta las mañanitas a la Virgen de Guadalupe, y que de pronto la vemos con sangre untada en su rostro sonriente, sosteniendo un rifle y a su lado un animal muerto, que acaba de matar. Y me voy a detener ahí `porque podría mencionar el ejemplo y enseñanza que está dando a sus hijos, pero creo que en el pecado lleva la penitencia.
Vivimos en una era en donde los valores y derechos de los animales son tema de la agenda de gobierno, eso significa una evolución racional de la sociedad, quien esté en contra de los derechos y cuidado de los animales estaría entonces exhibiendo una mente retrógrada e ignorante. Si, es verdad, Lucero está en todo su derecho de hacer lo que quiera, y nosotros por supuesto de juzgarla cuando ese "hacer lo que quiera" trascienda su espacio privado y afecte intereses que son de todos o por lo menos de grupos como en este caso, defensores de los derechos de los animales.
Una disculpa pública bien argumentada, sin duda ayudaría a la cantante, pero al parecer la arrogancia es el valor que hoy, por lo menos eso parece, la cantante Lucero vive y muestra a sus seguidores mexicanos y extranjeros.
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